Para ver la Parte 1 y 2 del análisis de este libro pueden ver:Análisis del libro China Study. Parte 1 y Análisis del libro China Study Parte 2
Aclaración: Esta es una traducción del post original de Denisse Minger, una experta en análisis de estudios. Para los interesados, ella fue vegana por más de una década; actualmente ya no sigue dicha dieta, aunque evita los lácteos porque tienen sensibilidad a estos. No tiene ninguna relación con la industria de la carne o con la industria de la leche, simplemente se dedica a analizar los estudios y verificar que estos sean correctos.
El siguiente post tiene muchos datos estadísticos, por lo que es importante revisar unos conceptos básicos:
Correlación positiva significa que a medida que una variable aumenta, la otra también lo hace. Por ejemplo, a mayor ingesta de alcohol, mayor riesgo de cirrosis.
Correlación negativa significa que a medida que una variable aumenta la otra disminuye. Por ejemplo, a mayor cantidad de ejercicio menos enfermedades al corazón.
Junto a los números que indican la significación estadística se pueden colocar uno (*), dos (**) o tres asteriscos (***). A mayor cantidad de asteriscos, es más probable que la tendencia sea real, es decir, más significativa.
Argumento 5
Los cánceres colorrectales están inversamente relacionados con la ingesta de 14 diferentes fracciones de fibra dietética (aunque solo una es estadísticamente significativa). El cáncer de estómago está inversamente relacionado con el consumo de verduras verdes y concentraciones plasmáticas de beta-caroteno y Vitamina C obtenidas de alimentos de origen vegetal.
Esto es congruente con las creencias convencionales acerca de que la fibra es buena para la salud del colon. Como una amante de los vegetales, espero que esto sea cierto- pero eso no es razón para evitar que este argumento sea examinado críticamente:
Consumo total de fibra: -3
Consumo total de fibra detergente-neutra: -13
Consumo de fibra hemicelulosa: -10
Consumo de fibra celulosa: -13
Consumo de ligninas que quedan después de que la cutina haya sido eliminada: -9
Consumo de cutina: -14
Consumo de almidón: -1
Consumo de pectina: +3
Consumo de ramnosa: -26*
Consumo de fucosa: +2
Consumo de arabinosa: -18
Consumo de xilosa: -15
Consumo de manosa: -13
Cosumo de galactosa: -24
Sorpresa! Estoy de acuerdo con Campbell en esta.
Pero antes que nos emocionemos demasiado por eso, tengo algo que mencionar. El consumo de fibra también se correlaciona negativamente con esquistosomiasis, una infección por un parásito:
1. La esquistosomiasis es un predictor muy fuerte de cáncer de colon y recto, mucho más que las cientos de variables estudiadas en China Study (tiene una correlación de +89).
2. Las únicas fracciones de fibra (pectina y fucosa) también tienen las asociaciones más neutrales con la esquistosomiasis (+1 y -5 respectivamente). En todos los casos, la correlación entre la fracción de fibra y cáncer colorrectal es paralela a su correlación con la esquistosomiasis.
En otras palabras, ¿Es la fibra la que protege contra el cáncer colorrectal, o es el hecho de que las comunidades que comían más fibra son precisamente aquellas con un menor índice de esquistosomiasis?
Sí existen estudios aparte de los de China Study, que indican que la fibra beneficia al colon, aunque comúnmente estas asociaciones desaparecen cuando las ajustan a otros factores de riesgo dietéticos.
Continuando, ¿qué hay de la segunda parte de la afirmación: El cáncer de estómago está inversamente relacionado con el consumo de verduras verdes y concentraciones plasmáticas de beta-caroteno y Vitamina C obtenidas de alimentos de origen vegetal.
Aquí están las correlaciones:
Consumo diario de verduras verdes: +5
Consumo de verduras verdes, cantidad de veces al año: -35**
Beta-caroteno en plasma: -14
Vitamina C en plasma: -13
Parece que estamos enfrentando la paradoja de los vegetales nuevamente. Las personas que tienen acceso todo el año a las verduras verdes tienen menos cáncer al estómago, pero aquello que consumen más cantidad en total no están protegidos contra esta enfermedad. Una vez más, sugeriré que una variable relacionada con la geografía específica de las regiones con crecimiento perenne de verduras verdes podría ser la que está causando esto.
En cuanto al beta-caroteno y la Vitamina C, Campbell está en lo correcto. Sin embargo, las correlaciones no son estadísticamente significativas.
Argumento 6
Enfermedades de occidente están significativamente correlacionadas con crecientes concentraciones de colesterol plasmático, el cual está asociado a un creciente consumo de productos de origen animal.
Por su libro, sabemos que Campbell define enfermedades de occidente a las enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer colorrectal, cáncer de seno, cáncer al estómago, leucemia, y cáncer de hígado. Y, efectivamente, la variable "colesterol total" se correlaciona positivamente con muchas de estas enfermedades:
Infarto de miocardio y enfermedad coronaria: +4
Diabetes: +8
Cáncer de colon: +44**
Cáncer al recto: +30**
Cáncer colorrectal: +33**
Cáncer de seno: +19
Cáncer al estómago: +17
Leucemia: +26*
Cáncer al hígado: +37
Lo que Campbell pasa por alto acerca de los cánceres colorrectales y el colesterol
Como mencioné anteriormente, algo llamado esquistosomiasis es un factor de riesgo profundamente fuerte para el desarrollo de cáncer de colon y cáncer de recto. En el Estudio de China, la esquistosomiasis se correlaciona en +89*** con la mortalidad por cáncer colorrectal. Sí, 89, más que cualquiera de las otras 467 variables analizadas.
Esto, damas y caballeros, es lo que llamamos una correlación positiva.
Resulta que, el colesterol total también se correlaciona positivamente con la esquistosomiasis, en un +34*, un valor estadístsicamente significativo.
Basicamente, esto significa que las áreas con colesterol más alto también tenían, por algún motivo, un mayor índice de esquistosomiasis.
Con estos datos, no debería sorprendernos que un mayor colesterol se correlaciona con mayores índices de cáncer colorrectal.
¿Es realmente el colesterol alto el que aumenta el riego de desarrollar cáncer de colon y recto, o es la influencia de la esquistosomiasis?
Para descubrirlo, demos un vistazo a cómo se ven los índices de cáncer colorrectal y de colesterol total únicamente en las regiones libres de esquistosomiasis. Si el colesterol es el causante de los cánceres colorrectales, los índices de cáncer deberían aumentar a medida que el consumo de colesterol aumenta.
El gráfico anterior se evidencia una correlación de +13. Aunque es positivo, no es estadísticamente significativo, y es bastante menos que la correlación original de +33*. Parece ser que la esquistosomiasis aumenta la correlación entre el colesterol y los cánceres colorrectales- algo que Campbell nunca toma en cuenta. ¿Es el colesterol un factor de riesgo? Es posible, pero necesitaríamos más datos para saber si la correlación +13 persiste o si existen otras variables que están influyendo. Por ejemplo, el consumo de cerveza es otro factor que se relaciona significativamente tanto con el colesterol total (+32*) y con el cáncer de colon (+40**). Si eliminamos las regiones que consumen más cerveza, la correlación entre colesterol y cáncer colorrectal cae a -9.
¿Se dan cuenta de cuán difícil la interacción entre variables puede llegar a ser?
Lo que Campbell pasa por alto acerca de la leucemia y el colesterol
A continuación, en nuestra fila de enfermedades de occidente, está la leucemia, la cual tiene una correlación estadísticamente significativa de +26* con el colesterol total. (Aunque las implicación aquí es que la proteína animal aumenta el riesgo de leucemia, debe tomarse en cuenta que el consumo de proteína animal tiene una correlación de -5, mientras que la proteína vegetal tiene una correlación de +15. Pero vamos a analizar esta afirmación observando únicamente el papel del colesterol en la sangre).
La leucemia se correlaciona de manera muy fuerte con el trabajo en la industria (+53**) e inversamente con el trabajo en la agricultura (-53**). Aunque es posible que la causa sea nutricional, también es muy posible que los culpables sean los riesgos laborales -como la exposición al benceno, una causa conocida de leucemia en la industria China.
El colesterol se correlaciona fuertemente con el trabajo en la industria (+45**) e inversamente con el trabajo en la agricultura (-46**).
Tratemos de ver la correlación entre leucemia y colesterol únicamente en las regiones dónde pocos habitantes trabajaban en la industria. Si el colesterol es el que realmente aumenta el riesgo de leucemia, la tendencia positiva debería continuar. En el Estudio de China, el porcentaje de la población que trabaja en la industria va del 1,1 al 41,3%, entonces veamos las regiones con menos de 10%.
Para las regiones con pocos trabajadores en la industria la correlación entre leucemia y colesterol total está cerca de la neutralidad, +4.
Y en caso de que se pregunten si un alto colesterol podría causar leucemia en aquellos grupos que están en riesgo, tampoco es el caso. Usando las regiones con 20% o más de población trabajando en la industria, la correlación entre colesterol y leucemia es de -3.
Lo que Campbell pasa por alto acerca del cáncer de hígado y el colesterol
En vez de referirme nuevamente al Argumento 3 (en la Parte 1), simplemente repetiré que el colesterol no tiene una correlación significativa con el cáncer de hígado cuando dividimos los datos en dos categorías: las áreas con un alto índice de Hepatitis B y las áreas con un bajo índice de Hepatitis B.
De la página 104 de su libro:
Los índices de cáncer de hígado son muy alto en China rural, excepcionalmente altos en algunas áreas. ¿A qué se debe esto? El principal culpable parece ser la infección crónica con el virus de la Hepatitis B.
... Pero hay más. Adicionalmente al virus de la Hepatitis B como causante del cáncer de hígado en China, parece ser que la dieta también juega un papel clave. ¿Cómo lo sabemos? Los niveles de colesterol en la sangre nos proporcionaron la pista principal. El cáncer de hígado está fuertemente asociado a un aumento del colesterol en la sangre, y ya sabemos que los alimentos de origen animal son responsables del aumento del colesterol.
Campbell conecta algunos puntos, pero omite uno muy importante. En efecto, la Hepatitis B se asocia fuertemente con el cáncer al hígado. Y, de hecho, el colesterol se asocia al cáncer de hígado. Pero lo que el no menciona es que el colesterol también se asocia con la Hepatitis B. En otras palabras, los grupos con el colesterol más alto ya tenían un mayor riesgo de cáncer de hígado que los grupos con colesterol bajo -pero no debido a la dieta.
Adicionalmente a un mayor índice de Hepatitis B, las áreas con un colesterol alto tenían otros factores de riesgo para el cáncer de hígado, como consumo de cerveza.
A pesar de las afirmaciones de Campbell, el colesterol por sí mismo no parece aumentar el riesgo de cáncer.
Mañana continuaremos con la parte 4 de estos posts, y seguiremos analizando el argumento 6 de Campbell.